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Consejos para el cuidado de tus plantas de jardín

A veces tus plantas no lucen felices. Y eso lo expresan cuando su color se torna apagado, sus hojas pierden fuerza o amarillean, o han dejado de florecer.

Posiblemente haces todo lo necesario, pero para que tengan un aspecto esplendoroso y alegre quizá necesitas aplicar alguno de esos trucos caseros que los jardineros expertos siempre tienen a mano como un as en la manga.

El más básico es saber cuándo hay que regar no por lo que diga el calendario, sino usando el tacto. “En la mayoría de casos, las plantas de interior no sobreviven por exceso de agua”.“ Así que si comprobamos que la tierra está seca con los dedos antes de volver a regar, evitamos que las raíces se pudran”.

Pero hay otros trucos menos conocidos y que pueden devolver a tus plantas las vitalidad perdida.

1. INTENTA REGAR SIN CAL

“El agua de lluvia es la ideal. Si no es posible recogerla, otra opción es dejar reposar un poco de agua un par de días antes del riego”.

2. AIREA LA TIERRA

Para ello, pincha con un palito. Esto permite que penetren bien el aire y el agua y que lleguen a las raíces, favoreciendo un buen desarrollo de la planta.

3. ESTIMULA EL CRECIMIENTO DE RAÍCES NUEVAS

Las plantas que crecen en macetas acaban con la tierra llena de raíces. “Al trasplantarlas a una maceta de mayor tamaño, es muchas veces conveniente cortar una parte de las raíces, estimulando así el crecimiento de nuevas raíces”.

4. DALES MÁS HORAS DE LUZ

Si tus plantas no dan flores, dales más horas de luz. Muchas flores requieren al menos seis horas de sol para brotar. Las plantas necesitan el sol para hacer la fotosíntesis, por eso, si no reciben suficiente sol, se estresan. Una de las primeras cosas que hace una planta estresada es desprenderse de sus flores y capullos y poner todos sus recursos en mantenerse viva. Recuerda: sabrás si le falta luz cuando crece alta y desgarbada, cuando y dirige sus hojas y ramas desesperadamente en dirección del sol.

5. USA EL BICARBONATO, ES UN ALIADO INOCUO

En general el público desconoce el potencial de un producto tan humilde y económico como el bicarbonato, pero es un gran aliado de tus plantas como plaguicida y funguicida. “Siendo como es tan inocuo para el ser humano, para los animales domésticos y para el medio ambiente, tenemos razones de sobra para sustituir con él productos tóxicos, muy caros, que perjudican seriamente el medio ambiente y, sobre todo, nuestra salud”. “Basta diluir una cucharada sopera de bicarbonato en un litro de agua y ya hemos preparado nuestro remedio preventivo para mantener la salud de nuestras plantas.”

6. FABRICA REPELENTES DE PLAGAS CASEROS

Los bichitos suelen causar estragos y muchas veces ni nos enteramos. “Los insectos que nunca faltan en una planta son los áfidos, más conocidos como pulgones, cochinillas y mosca blancas”. “Son insectos picadores, chupadores, que se alimentan de la sabia de nuestras plantas. Un remedio muy útil es pulverizarlas con un agua y jabón. En un pulverizador de un litro de agua, vertemos 4 cucharadas soperas de aceite por 2 de jabón tipo Fairy. Mezclamos y pulverizamos la planta. Esto crea una película sobre las hojas que repele e impide que los insectos se posen sobre ellas.”

7. APROVECHA NUTRIENTES INSOSPECHADOS

Si tienes un acuario con peces, dispones a la vez de una fuente de alimento para las plantas.  “Cada vez que limpies el acuario y extraigas el agua, en vez de desecharla, úsala para regar tus plantas. Este agua residual posee desechos orgánicos como heces o algas, elementos esenciales y naturales para la alimentación de las plantas. Aportan gran cantidad de nitrógeno, favoreciendo el crecimiento y verdor de todas ellas”. Este experto jardinero también nos recuerda que si tienes piscina y decides no tratarla con productos químicos durante el invierno, puedes usar ese agua rica en algas para regar tus plantas y darles un aporte de abono que las mantendrá esplendorosas.

8. HOJAS MUCHO MÁS VERDES

Que tus plantas de interior pierdan su verde intenso es un problema muy común. “Si han perdido el verdor de las hojas o se muestran amarillentas, y se observa fuertemente la nerviación, la planta tiene un síntoma claro de clorosis férrica, es decir, falta de hierro. Solucionarlo es muy sencillo: basta con coger unos clavos de nuestra caja de herramientas (si están ligeramente oxidados mejor) y clavarlos en la tierra. A medida que apliquemos riego a la maceta, por la humedad, el clavo se irá oxidando y aportará hierro a la planta. En muy poco tiempo veremos cómo se recupera el verdor. ¡Importante!: no esperes a que la planta muestre la clorosis férrica, si quieres mantenerla siempre verde; aporta hierro regularmente”.